Uso y Abuso de la Pornografía El término pornografía procede del griego πορνογραφíα (porne es "prostituta" y grafía, "descripción", es decir, "descripción de una prostituta"). Por tanto, en sentido estricto designa la descripción de las prostitutas y, por extensión, de las actividades propias de su trabajo, aunque actualmente se utiliza para describir cualquier material escrito o visual (películas o fotografías). Existen varios tipos de pornografía, entre las cuales se puede encontrar: Softcore, este género se dedica al uso sutil del cuerpo y el contenido más bien erótico,   Mediumcore o pornografía convencional en aquella que muestra de manera más explícita los genitales es utilizado comúnmente en las revistas de adultos mientras que el Hardcore se muestra el acto sexual heterosexual, homosexual u orgias, la utilización de instrumentos entre otros. La pornografía en su historia ha levantado defensores o detractores, inclusive en algunos momentos llego a ser penalizada legalmente, en otros países no.  Las parejas cuestionan su uso dentro de la relación, creando en ocasiones conflictos graves. Muchas parejas utilizan este instrumento como una forma de “amenizar” su repertorio conductual sexual, dentro de este marco y ambas partes de la pareja estén de acuerdo no crea conflicto alguno, su uso es inclusive recomendado. Sin embargo cuando las parejas necesitan el uso de la pornografía o uno de los miembros entonces se habla de un trastorno de adicción al sexo, llegando a crear innumerables conflictos y hasta la separación. La adicción a la pornografía se crónica con el tiempo, esta adicción se trabaja en terapia, llegando en muchos casos a ser controlable. Todo con medida es prudente, pero  los excesos dañan la pareja.   Tienes el derecho al disfrute de la vida sexual sin complicaciones, tú y tu pareja pueden complacerse sin tener la necesidad de utilizar otros materiales que el mismo cuerpo, esto no quiere decir que utilizar juegos sexuales este mal, solo que esto forme parte de un “extra” no una necesidad.